Bajo la denominación de piedra natural o roca ornamental se engloban aquellas rocas que, una vez extraídas y tras un proceso de elaboración, son aptas para ser utilizadas como materiales nobles de construcción, elementos de ornamentación, arte funerario o escultórico y objetos artísticos variados, conservando íntegramente su composición, textura y propiedades físico-químicas.
El sector de la piedra natural se identifica con los siguientes códigos CNAE (Clasif. 2009):
0811: Extracción de piedra ornamental y para la construcción
2370: Corte, tallado y acabado de la piedra
La piedra natural se clasifica comercialmente en tres grupos genéricos: mármoles, granitos y pizarras. Su interés económico reside en características tan variadas como su vistosidad, propiedades físico-mecánicas y aptitud para el pulido.
Más concretamente, la definición de mármol de acuerdo a la norma UNE 12670-2.1.243 es piedra natural compacta y que admite el pulido, utilizada en decoración y construcción, compuesta fundamentalmente por minerales con dureza entre 3 y 4 en la escala de Mohs (tales como calcita, dolomita y serpentina), por ejemplo, mármoles según la clasificación científica y mármoles cipolínicos, así como las siguientes piedras naturales, siempre que admitan el pulido a espejo: calizas, mármoles, dolomías, brechas calcáreas travertinos y serpentinitas.
A pesar de suponer un porcentaje relativamente pequeño del PIB nacional, en el entorno de un 0,16% / PIB en el año 2018 (valor similar al de 2017), el sector de la piedra natural es de gran importancia para las zonas productoras, ejerciendo de arrastre y de motor económico de regiones como Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Galicia o Castilla y León, entre otras.
En 2018, España fue el séptimo productor y el sexto exportador de piedra natural del mundo y el primer productor de pizarra para techar del mundo.